Padre

Para tener una idea del temple con el que fue educado nuestro temperamento, debo recordar en mi infancia , casi como un emblema , un poema, que mi padre por cierto ateo , nos sugirió aprender de memoria y que aún hoy a los 50 recuerdo de la a a la z. Solo por citar una frase... ¡que muerda y vocifere vengadora ya rodando en el polvo tu cabeza! y que hoy con cierta madurez crítica me resulta tan horrible! , pero aún así y ojalá, espero , sin usar su soberbia ante el prójimo , reconozco que me sirvió una y otra vez como impulso para restablecerme después de cada tropiezo que tuve en el camino de mi vida .
Con la tozudez de Tagore entonces y con la fe en Dios en el presente , ese que intuyo en la fuerza motora del universo humano : el AMOR.

1 comentario:

Julio Carreras dijo...

Me gusta mucho tu blog amiga. Tus composiciones son frescas y sensibles. Regresaré para leer más de tus textos.

Julio